QUIEN NO SOY

No soy un especialista

pero a cambio soy bastante versátil. Me gradué en Filosofía y Antropología en la UAB; luego estudié un Máster de Cine en la UPF junto con otro de Historia Económica en la UB; y mientras tanto trabajé en distintas especialidades del audiovisual. En mi forma de abordar proyectos se solapan naturalmente todas estas disciplinas.

No soy un psicólogo

pero sé escuchar atentamente. Como estudiante de antropología hice extensas prácticas de trabajo de campo y ahí aprendí que cuando prestas atención a una persona y muestras interés por lo que quiera contarte siempre ocurren cosas importantes. Pienso que deberíamos reivindicar más la escucha como un valor fundamental.

No soy un científico

pero aspiro a que las cosas tengan un orden comprensible. Acepto el caos inherente a los procesos creativos, pero mi manera de contribuir a ellos consiste en proponer visiones de conjunto que permitan orientarse. Mis estudios de filosofía me equiparon con habilidades de análisis y abstracción que intento aplicar a todo lo que hago.

No soy un académico

pero me siento a gusto en la universidad y me encanta dar clases. Preparo intensamente los cursos que imparto y disfruto mucho investigando y ordenando ideas y conceptos. Creo en la idea de que no llegas a dominar profundamente una materia compleja hasta que no eres capaz de transmitirla con claridad y sencillez.

QUIEN SOY

Soy un escritor

Soy un escritor porque mi sistema operativo se basa en la palabra. Todos mis proyectos (incluídos los audiovisuales o de radio) se cocinan en intensas sesiones de escritura, que es mi principal herramienta de trabajo y reflexión. No salgo de casa sin una libreta en el bolsillo.

Soy un guionista

porque creo que las herramientas de este oficio son muy útiles en un mundo basado en la comunicación. Veo por todas partes incidentes incitadores, generación de expectativas, principios de antagonismo y arquetipos narrativos. Creo que como guionistas podemos hacer aportaciones positivas no solo al audiovisual, sino a la sociedad en su conjunto.

Soy un realizador

porque estar detrás de una cámara es una forma maravillosa de relacionarse con el mundo. Permite conocer a personas fascinantes, trabajar en equipo y, en la sala de montaje, expermientar el intenso placer de hacer encajar todas las piezas. No suele ser fácil, pero siempre vale la pena.

Soy un conversador

porque una buena conversación es una fiesta a la que nunca quiero faltar. En las condiciones adecuadas, una conversación desencalla proyectos, aclara el pensamiento, acelera la imaginación y carga de vitalidad. Trato de generar conversaciones de ese tipo siempre que puedo, tanto en el trabajo como fuera de él. Y si se dan alrededor de una buena mesa, mucho mejor.

¿Me olvido de algo...?

Quizás debería añadir que nací en Barcelona en 1979, que sigo viviendo en esta ciudad (aunque he pasado épocas en Francia y en Estados Unidos) y que he viajado bastante por África, Europa y América. Y que mi filosofía laboral se basa en el sabio consejo que un día recibí del maestro Joaquím Jordà: «convierte los encargos en deseos y los deseos en encargos”.